El diseño tipográfico sabe a arte y oficio. A pesar de todos los recursos, técnicas y protocolos para su enseñanza, a los ojos de los no-iniciados, el diseño tipográfico tiene un cierto dejo de esoterismo que no se siente en otras disciplinas. Las razones pueden ser muchas, pero me atrevo a inferir que las bases modernistas y racionalistas del diseño occidental y su didáctica tienen mucho que ver. El énfasis en la pureza formal y exactitud métrica ha facilitado la predictibilidad y replicabilidad en el ejercicio del diseño y le ha dado un dejo de legitimidad científica a sus procesos. Sin embargo, el diseño tipográfico evade el absolutismo de los criterios de exactitud métrica y pureza formal, pero no por falta de rigor, todo lo contrario, simplemente estos criterios no son suficientes…
El resto del texto se encuentra disponible aquí.