El libro es un producto tecnológico. De hecho, es una de las primeras tecnologías exitosas para el registro y posterior consulta de textos. Y como cualquier otro producto tecnológico ha pasado por un proceso evolutivo que ahora nos obliga a redefinirlo. Sabemos que el libro no se define por el carácter de su contenido, no se define por su composición o extensión. La existencia de los libros digitales, intangibles, pero aún así leíbles nos lleva a preguntarnos ¿Qué es realmente un libro (hoy)? Las perspectivas social-semióticas que han reorientado la dirección de la lingüística desde hace más de 30 años, redefiniendo texto como unidad de significado; y su relativa coincidencia con la aparición de la interfaz gráfica, me lleva a proponer y explorar la posibilidad de ver al libro como una interfaz en su sentido más amplio; y a examinar a partir de ahí el lugar particular del libro de autor.
El texto de esta conferencia se encuentra aquí.